El libro de María Luz G. Sevilla 'Esquivando el destino' cuenta la historia de María. La historia de una mujer que ha afrontado la muerte de sus cuatro hermanos muertos por la heroína, los veinte años de cárcel de su marido, la falta de cariño de su madre y el abandono de su padre. María mira al futuro con una sonrisa pese a los palos que le ha dado la vida y la discriminación que sufre por ser portadora del VIH gracias a la Fundación Integra, que ha conseguido darles a ella y a su marido algo más que un simple trabajo.
¿Qué es lo que te da fuerzas para seguir mirando la vida con una sonrisa?
Me da fuerzas pensar que mis hermanos me están viendo y también compartir el resto de la vida con mi marido. Él me ayuda mucho, y yo lo ayudo a él, si no tuviera a mi marido me daba igual vivir que no vivir, porque hijos no tenemos.
¿Cómo conociste la Fundación Integra?
A través de una asociación del barrio, que se llama 'Semilla'. Esta fue la que mando a mi marido, Miguel, a Integra para ayudarle a buscar trabajo, y después me mandaron allí. Se tomaron mucho interés. A mi consiguieron colocarme cuando mis oportunidades de trabajo eran muy limitadas porque tengo 48 años y, al menos, han conseguido que pueda hacer trabajos esporádicos. Mi marido ha tenido más suerte ya que le han metido en Acciona con contrato renovado cada tres años.
En el trabajo ¿Miguel es uno más?
Estas Navidades conoció al director de Acciona, que le dijo que había leído el libro y que le había impactado. Le animó a que siguiera para adelante y le dijo, ¿qué le pides a la vida Miguel?. Mi marido respondió que le hiciera fijo. El director le dijo que se lo pensaría. La clave es que somos muy luchadores los dos, en muchas ocasiones me ha tocado tragar con todo sin contar con nadie. Tengo otras hermanas que son más flojas que yo, el otro día le decía a una de ellas que espabilara, que tiene una niña de un año. Si yo tuviera una hija lucharía con uñas y dientes por cuidarme y durar todos los años que pudiera.
¿Qué ofrecen las ONG como Integra a parte de un trabajo?
En Integra no simplemente he encontrado un trabajo, he encontrado cariño. Se han portado genial con nosotros, no he sentido ningún tipo de rechazo cuando normalmente sí me siento rechazada en muchos sitios por mi enfermedad. Nos han ayudado en todo, hemos tenido un problema ahora con mi marido y se han volcado llamando a gente para preguntar, han llamado a la empresa de mi marido para solucionarlo... No podré agradecer nunca en a vida lo que esta gente está haciendo.
¿Cómo se puede integrar a una persona que ha escogido un mal camino en la vida?
Lo que necesita es que una persona confíe en ella. El día que Integra mandó a mi marido a hacer una entrevista en Acciona yo iba con mucho miedo porque mi marido pesaba 40 kilos. Mi marido no era nada más que un pantalón y una chaqueta y yo decía ¿Cómo le van a coger? y el señor le dijo, 'Miguel, aquí a todo el mundo le damos una oportunidad' y mi marido lloraba y dijo ' esté usted tranquilo que yo no le voy a defraudar nunca', y ya van camino de ocho años trabajando en la empresa. Tienen que darte confianza. En nuestro caso, somos analfabetos y no tenemos estudios, pero nos vamos defendiendo porque no somos sinvergüenzas ni maleducados. Hemos vivido lo peor del mundo que te puedas imaginar y con la peor gente, pero sabemos estar en todos los sitios y sólo necesitamos esa pequeña confianza.
¿Qué cambiarías de tu vida?
Lo único que cambiaría es que mis hermanos no se hubieran muerto. Nos ha tocado el sida, pues como nos podría haber tocado un cáncer. Aunque es verdad que te sientes rechazada en muchos sitios, me llamaban de trabajos y no especificaba la enfermedad que tenía porque en cuanto veían los informes médicos no me volvían a llamar.
¿Qué ilusiones quedan para el futuro?
Nosotros vivimos de alquiler, mi marido tiene la ilusión de tener algún día algo en propiedad. A mi me da lo mismo porque le digo que no tenemos hijos ni nada, no tenemos nadie al que dejárselo. Yo lo único que pido es que vayamos saliendo adelante con nuestra enfermedad, que no nos vaya faltando nada para vivir el día a día y no llegar a los extremos que han llegado mis hermanos. Hace algunos años hubiera tenido ilusiones por tener un hijo, que era la ilusión de mi vida, pero para eso se pasó el arroz.
http://www.europapress.es/epsocial/entrevistas/noticia-maria-luz-sevilla-persona-necesita-confien-ella-salir-adelante-20100325090011.html
martes, 27 de abril de 2010
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